lunes, 3 de diciembre de 2007

Got peace?

En los últimos días he estado como un patín, ando de aquí para allá, no tengo tiempo para nada, la computadora emite un sonido inesperado y salto del susto. Alguien me menciona la palabra "paz" y es como si nunca en mi vida la hubiera escuchado.

En medio de este tornado de cosas leo el siguiente versículo:
La paz les dejo; mi paz les doy. Yo no se la doy a ustedes como la da el mundo. No se angustien ni se acobarden. Juan 14:27


Al leerlo fue como si me echaran una cubeta de agua traída desde Alaska. La rutina, el día a día hace que nos acostumbremos a vivir como si estuviéramos en un carrera de alta velocidad, nos envolvemos en tantas actividades, compromisos y al final del día hasta nos sentimos frustrados porque nos demandamos taaaaaanto.

Me pregunto: Quien dijo que tenemos que hacer tantas cosas? Por que nos esmeramos en vivir saturados de actividades y cosas?

Si nos dejamos llevar la paz se convierte en un concepto teórico, algo que conocemos mas no vivimos.


Jesús nos ofrece una paz que nada ni nadie nos puede dar, lejos del orgullo de sentirnos todo poderosos, él nos pide rendir nuestras cargas a sus pies y descansar en él.

Confieso que es difícil descansar y esperar en el Señor cuando aparentemente puedo revolver con los recursos que tengo a la mano. Es casi el mismo sentimiento de Abraham y Sara cuando trataron de ayudar a Dios "al ver que se estaba tardando"; aunque tuvo que esperar 13 años Dios evidencio que nunca se retrasa, los que no entendemos sus prioridades somos nosotros.

En Dios los planes de contingencia humanos son un fracaso, la desesperación y la prisa son la antítesis del modelo de Dios.