sábado, 28 de septiembre de 2013

¿Ser o hacer?


Hoy inició el Joxis un programa de entrenamiento para desarrollar nuevos líderes en el grupo de jóvenes universitarios en nuestra iglesia. En la primera sesión el Pastor Joel Peña compartió una reflexión acerca de "La vida devocional del siervo", enfatizando en la importancia que es mantener una íntima relación con Dios y ponerlo en el primer lugar en nuestras vidas y en el ministerio.
Fui muy confrontada cuando leyó Lucas 5:15-16 "Y su fama se difundía cada vez más, y grandes multitudes se congregaban para oírle y ser sanadas de sus enfermedades. Pero con frecuencia El (Jesús) se retiraba a lugares solitarios y oraba."
Estos versículos capturaron mi corazón, mientras nos explicaba que a pesar de Jesús estar siendo solicitado, necesitado y aclamado, con frecuencia, en vez de correr a las multitudes, Él se retiraba a lugares solitarios y oraba.

Cuánto nos gusta que las luces nos enfoquen y ser indispensables, preferimos los lugares repletos de gente que nos admiren y necesiten de nosotros.
Muchas veces nos cegamos porque vemos tantas necesidades, y tenemos excusas "piadosas" para ocupar nuestro tiempo a solas con Dios con cosas que hacemos en Su nombre.
Por muchos años viví inmersa en muchas actividades ministeriales, presente en todo cuanto fuera necesario y ausente en mi relación con Dios, entendí que para Dios es más importante el "ser" que el "hacer".

Creo que debo imitar a Jesús, apartándome dónde nadie me ve, nadie me llama, nadie dice mi nombre. Dónde soy yo quien llamo, soy yo la que necesito, soy yo la que busca... a Jesús.

viernes, 27 de septiembre de 2013

Herramientas para ayudar a tus hijos a crecer en el carácter de Dios

Decidida a planificar una semana de enseñanza acerca de la honestidad a Josué, comencé a investigar en internet y me encontré con este excelente recurso para enseñarle a nuestros hijos valores basados en el carácter de Dios.
Se trata de www.kidsofintegrity.com del ministerio Enfoque a la Familia, una página con más de 20 lecciones desarrolladas en temas relacionados a la integridad como la fidelidad, el perdón, la generosidad entre otros. Las lecciones son descargables y están planificadas con historias bíblicas manualidades, ideas de disciplina creativa, versículos para memorizar, palabras de afirmación, entre otras cosas.
En nuestra familia somos testigos del poderoso efecto que produce la Palabra de Dios en nuestros hijos, y la importancia de ser intencionales en ayudarlos a cultivar un corazón en el que Dios puede hacer grandes cosas.
Qué bendición es saber que este material está disponible y listo para poner manos a la obra.
Anímate y escoge un tema y comienza una aventura con tus hijos con este excelente material.
*Enlace en español: http://translate.google.com/translate?sl=en&tl=es&js=n&prev=_t&hl=es-419&ie=UTF-8&u=www.kidsofintegrity.com&act=url

lunes, 9 de septiembre de 2013

Bendice alma mía al Señor

Recordemos las bondades del Señor.

Nuestra tendencia es olvidar cuán bueno ha sido y es Dios para con nosotros.

Él no nos ha tratado según nuestros pecados, ni nos ha pagado conforme a nuestras iniquidades.
En esta mañana quiero traer a mi mente todos los beneficios y bondades del Señor, la misericordia del Señor es desde la eternidad hasta la eternidad, para los que le temen.

Bendigo al Señor porque desde mi niñez he visto su cuidado y su gran amor.
El Señor me llamo desde mi juventud.
El Señor ha sido el mejor Padre para mí.
El Señor me ha guardado en sus caminos.
Él me dió a conocer Su precioso Evangelio.
Cuando he huído de Él, tras mi pecado, con lazos de amor me ha traído de vuelta a Él.
El Señor no ha tomado en cuenta mi infidelidad y mi maldad, si no que me ha favorecido con Su amor que no cambia.
Él se recuerda que soy sólo polvo, Él le ha dado sentido a mi vida.
Lo bendigo porque Él redimió mi diseño como mujer, esposa y madre.
El Señor me ha mostrado su provisión a través de la familia de la fe.
Bendigo al Señor porque nunca me tratado como he merecido, no ha tomado en cuenta mi pecado que es mucho y me sostiene con su gracia.
Bendigo al Señor porque me sostiene en Su mano y nada me apartará de Él.


Te comparto esta hermosa cancion del Salmo 103 por Alejandro del Bosque: Salmo 103 por Alejandro del Bosque
Salmos 103 (LBLA)
1 Bendice, alma mía, al Señor,
y bendiga todo mi ser su santo nombre.
2 Bendice, alma mía, al Señor,
y no olvides ninguno de sus beneficios.
3 El es el que perdona todas tus iniquidades,
el que sana todas tus enfermedades;
4 el que rescata de la fosa tu vida,
el que te corona de bondad y compasión;
5 el que colma de bienes tus años,
para que tu juventud se renueve como el águila.

6 El Señor hace justicia,
y juicios a favor de todos los oprimidos.
7 A Moisés dio a conocer sus caminos,
y a los hijos de Israel sus obras.
8 Compasivo y clemente es el Señor,
lento para la ira y grande en misericordia.
9 No contenderá con nosotros para siempre,
ni para siempre guardará su enojo.
10 No nos ha tratado según nuestros pecados,
ni nos ha pagado conforme a nuestras iniquidades.
11 Porque como están de altos los cielos sobre la tierra,
así es de grande su misericordia para los que le temen.
12 Como está de lejos el oriente del occidente,
así alejó de nosotros nuestras transgresiones.
13 Como un padre se compadece de sus hijos,
así se compadece el Señor de los que le temen.
14 Porque El sabe de qué estamos hechos,
se acuerda de que somos sólo polvo.

15 El hombre, como la hierba son sus días;
como la flor del campo, así florece;
16 cuando el viento pasa sobre ella, deja de ser,
y su lugar ya no la reconoce.
17 Mas la misericordia del Señor es desde la eternidad hasta la eternidad, para los que le temen,
y su justicia para los hijos de los hijos,
18 para los que guardan su pacto
y se acuerdan de sus preceptos para cumplirlos.

19 El Señor ha establecido su trono en los cielos,
y su reino domina sobre todo.
20 Bendecid al Señor, vosotros sus ángeles,
poderosos en fortaleza, que ejecutáis su mandato,
obedeciendo la voz de su palabra.
21 Bendecid al Señor, vosotros todos sus ejércitos,

que le servís haciendo su voluntad.

22 Bendecid al Señor, vosotras todas sus obras,
en todos los lugares de su dominio.
Bendice, alma mía, al Señor.

viernes, 16 de agosto de 2013

¡Cuánto amo tu ley! Salmos 119:169-176


Hoy arrivamos al final de este recorrido por el Salmo 119, hemos podido gustar cuán dulce es la ley de Dios y cuan deseables sus estatutos.

169 Llegue mi clamor ante ti, Señor;
conforme a tu palabra dame entendimiento.
170 Llegue mi súplica delante de ti;
líbrame conforme a tu palabra.
171 Profieran mis labios alabanzas,
pues tú me enseñas tus estatutos.
172 Que cante mi lengua de tu palabra,
porque todos tus mandamientos son justicia.
173 Pronta esté tu mano a socorrerme,
porque tus preceptos he escogido.
174 Anhelo tu salvación, Señor,
y tu ley es mi deleite.
175 Viva mi alma para alabarte,
y que tus ordenanzas me ayuden.
176 Me he descarriado como oveja perdida; busca a tu siervo,
porque no me olvido de tus mandamientos.

 En esta última porción el Salmista se enfoca en lo que que sale de su boca hacia Dios, escoge muy cuidadosamente sus palabras para dirigirse a su Señor.
Inicia con un clamor ante Dios y le pide que le de entendimiento conforme a Su Palabra. 
¿Es ese el clamor de tu corazón? Pidámosle a Dios que genere en nosotros un deseo por adquirir un profundo entedimiento de su voluntad, de sus estatutos.
Él continúa suplicando ser librado conforme a Su Palabra. ¿Es esa tu oración? En el momento de la prueba muchas veces queremos ser librados por métodos humanos, pero debemos pedirle a Dios que su Palabra sea los que nos libere en cualquier escenario que estemos viviendo.
Finalmente luego de clamar por entendimiento y de suplicar ser librado, el salmista pide a Dios que sus labios profieran alabanzas, que su lengua cante Su Palabra. 
¿Qué profieren tus labios? ¿Cuál es el contenido de las canciones que cantas? ¿Está tu boca saturada de la verdad de Dios? Debemos ser intencionales en alabar a Dios conforme a la verdad de Su Palabra, de esa manera estaremos honrándolo y al mismo tiempo afirmando Su verdad en nuestros corazones. 
Como fruto de aplicar estas verdades a nuestras vidas, surgirá en nosotros un anhelo por Su salvación, su ley será nuestro deleite, aún si nos descarriaramos como ovejas no olvidaremos Sus mandamientos.
Oro que podamos decir como el salmista "¡Viva mi alma para alabarte, y que tus ordenanzas me ayuden!"

Para despedirme les comparto esta canción Cuánto amo tu ley

jueves, 15 de agosto de 2013

¡Cuánto amo tu ley! Salmos 119:153-160


En esta ocasión el salmista está atravesando una profunda aflicción y clama a Dios por liberación.

153 Mira mi aflicción y líbrame,
porque no me olvido de tu ley.
154 Defiende mi causa y redímeme;
vivifícame conforme a tu palabra.
155 Lejos está de los impíos la salvación,
porque no buscan tus estatutos.
156 Muchas son, oh Señor, tus misericordias;
vivifícame conforme a tus ordenanzas.
157 Muchos son mis perseguidores y mis adversarios,
pero yo no me aparto de tus testimonios.
158 Veo a los pérfidos y me repugnan,
porque no guardan tu palabra.
159 Mira cuánto amo tus preceptos;
vivifícame, Señor, conforme a tu misericordia.
160 La suma de tu palabra es verdad,
y cada una de tus justas ordenanzas es eterna.

Él pide a Dios que mire su aflicción  y aunque puede parecer una simple oración, esto me ayuda a recordar que puedo venir ante Dios y presentarle mi caso. Puedo acercarme confiadamente ante su trono, confiada de que encontré gracia para el oportuno socorro.
Cuando estás en aflicción, ¿vienes ante Dios y derramas tu corazón delante de Él?
El salmista pide ser liberado de su aflicción porque no se olvida de la ley de Dios, cuando la Palabra de Dios está fresca en nuestra mente podemos somos libres al creer sus hermosas y serguras promesas.
También el pide a Dios que defienda su causa y lo redima, que esperanzador es conocer a un Dios que además de ser nuestro Salvador es nuestro abogado. No tomes la justicia en tus manos, quédate quieta y pidele a Dios que sea tu único redentor.
En medio de todo en vez de contar sus muchas aflicciones, el salmista cuenta las misericordias de Dios que son muchas.
Cuenta tus bendiciones, haz memoria de las misericordias de Dios y tendrás una perspectiva diferente de tus aflicciones, las verás como parte del tierno cuidado de Dios para tu vida y para el fortalecimiento de tu carácter.
Muchos son los que lo persiguen pero él no les teme porque él puede reconocer que su Dios es mayor que todos, ese es el resultado de no apartarse de los testimonios de Dios. Ponen a Dios en su lugar, por encima de cualquier cosa en este mundo. 
Es mi oración que de nuestro corazón nazca esta oración:
¡Mira cuánto amo tus preceptos;vivifícame, Señor, conforme a tu misericordia!

martes, 13 de agosto de 2013

¡Cuánto amo tu ley! Salmos 119:161-168

En estos versos el salmista resalta los beneficios de vivir y amar la Palabra de Dios.

161 Príncipes me persiguen sin causa,
pero mi corazón teme tus palabras.
162 Me regocijo en tu palabra,
como quien halla un gran botín.
163 Aborrezco y desprecio la mentira,
pero amo tu ley.
164 Siete veces al día te alabo,
a causa de tus justas ordenanzas.
165 Mucha paz tienen los que aman tu ley,
y nada los hace tropezar.
166 Espero tu salvación, Señor,
y cumplo tus mandamientos.
167 Mi alma guarda tus testimonios,
y en gran manera los amo.
168 Guardo tus preceptos y tus testimonios,
porque todos mis caminos están delante de ti.

A pesar de que él es perseguido injustamente, su temor no está en el peligro en el que se encuentra si no que la Palabra de Dios es su autoridad, el teme más a las palabras del Dios todopoderoso.
¿En el momento de dificultad temes lo que pueda hacerte el hombre o tu reverencia por la Palabra de Dios es mayor?
El salmista se regocija en la ley de Dios como quien haya un gran botin. ¿Te produce gozo la Palabra de Dios? ¿Cuándo lees la Biblia quedas indiferente? Pídele a Dios que ponga en ti gozo por su Palabra.
¿Aborreces la mentira? ¿Cuáles son las mentiras que has creído y no te permiten experimentar abundancia en Cristo? ¿Tu entorno o circustancias nublan una correcta concepción de Dios y Su carácter? 

El salmista alaba a Dios siete veces al día exaltando Su Palabra, este un hábito que debemos imitar, determinar momentos al día en los que hacemos una pausa para alabar a Dios por Su Palabra. Es tan sencillo como tomar un versículo bíblico como este: 

El Señor es mi pastor, nada me faltará. Salmos 23:1 
Con este versículo puedes darle gracias a Dios por ser tu pastor, por su tierno cuidado. También puedes agradecerle por su provisión y la seguridad de que nada te faltará. 

Como fruto de su amor por la ley de Dios el salmista encuentra paz y es librado de tropiezos. Hay paz para aquellos que aman la ley de Dios y sus pasos están firmes en la Roca. 
Oremos para que Dios nos ayude a esperar en Él y a cumplir sus mandamientos.

¡Cuánto amo tu ley! Salmos 119:145-152

La Palabra de Dios es un refugio seguro para que quienes acuden a ella. En esta porción el salmista pide auxilio de Dios y encuentra ayuda en sus estatutos.
145 He clamado con todo mi corazón; ¡respóndeme, Señor!
Guardaré tus estatutos.
146 A ti clamé; sálvame,
y guardaré tus testimonios.
147 Me anticipo al alba y clamo;
en tus palabras espero.
148 Mis ojos se anticipan a las vigilias de la noche,
para meditar en tu palabra.
149 Oye mi voz conforme a tu misericordia;
vivifícame, oh Señor, conforme a tus ordenanzas.
150 Se me acercan los que siguen la maldad;
lejos están de tu ley.
151 Tú estás cerca, Señor,
y todos tus mandamientos son verdad.
152 Desde hace tiempo he sabido de tus testimonios,
que para siempre los has fundado.
El ha clamado con todo su corazón, esperando respuesta de su Dios, y mientras lo hace promete guardar sus mandamientos.
En el momento de necesidad, en los que clamamos a Dios, hacemos promesas de seguirle y de agradarle... cuando Dios te responde,  ¿permaneces fiel a lo que has prometido?

El salmista se anticipa al alba, aún no ha amanecido y ya él está delante de Dios buscando su rostro y favor. En este encuentro él le pide ser vivificado conforme a Sus ordenanzas. El verdadero avivimiento sucede en un hombre frente a la Palabra de Dios. Steve Lawson
En este momento de busqueda el reconoce que Dios está más cerca que cualquier hombre que quiera hacerle daño. Cuando estamos en la presencia de Dios podemos sentirle más cerca y presente que cualquier otra cosa, también nos llenamos del convencimiento de que Su Palabra es verdad.
¿Sientes a Dios lejos? ¿No puedes ver la verdad en la Palabra de Dios?
Clama a Dios de madrugada, preséntate ante Dios y pide su auxilio.
Oro que Dios ponga en nosotros una necesidad desesperada por estar en Su presencia y por poner por obra Su Palabra.