sábado, 7 de mayo de 2011

Mi vida está cambiando...


He estado sufriendo fuertes cambios, he caminado por caminos que son difíciles de cruzar y en mi jornada he tenido que sacar de mi mochila cosas que fueron muy mías. He querido quedarmelas, aferrarme a ellas pero ha sido imposible porque estoy convencida que este recorrido no lo inicie yo.
Lo primero que tuve que dejar atrás fue ese esfuerzo humano por añadirle valor al sacrificio de Cristo, esa satisfacción por la santidad... que me hacia comer el polvo cuando fallaba y sentirme orgullosa de mi misma cuando vencía.
Me di cuenta que NADA que yo pueda hacer lograra hacerme mas santa o menos acepta delante de Dios, que no puedo ayudar a Cristo a salvarme porque El ya lo hizo todo.
En ese momento estaba muy confundida, no sabia que hacer, pensar, decir, solo quería llorar... no lo entendía... siempre pensé que tenia que luchar muy duro para "ganarme" mi salvación al precio de la santidad...
Ahí estaba yo sacando todo mi esfuerzo y mis fracasos por "no perder mi salvación" y dejándolo en el piso.
En ese preciso instante recibí algo a cambio... [Juan 10:27-28 Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano]... Fue impresionante entender que el sacrificio de Cristo fue suficiente y perfecto! Por mas que me esfuerce humanamente hablando, por mas que trate de pelear contra el viento por mi salvación, nada, absolutamente nada puede arrebatarme de su mano.
Mis próximo pasos fueron mas ligeros, una carga se había ido y había llegado a mi vida una verdadera convicción, un claro concepto de la santidad! Es una respuesta de amor, es mi nueva naturaleza, la que proviene de un corazón completamente agradecido por el privilegio de conocerle.
Recibí un espejo donde puedo verme, pero el aspecto que allí se refleja no es de este mundo, veo a una mujer santificada, cuyos pecados han sido lavados y justificada delante de Dios a través de Jesucristo, llena de su Espíritu para hacer su voluntad cada día de mi vida...